domingo, 24 de enero de 2010

Reflexión final sobre la asignatura.

He de ser sincera, y decir que la línea general de este semestre no me ha parecido la adecuada. Sin embargo, creo que entre tanta desmotivación, la asignatura que nos ocupa ha sido totalmente diferente.
En un principio y con la idea del blog ya propuesta, me sentía perdida y desconcertada. No entendía muy bien qué debíamos hacer, ni qué ibamos a aprender. Pero la situación pronto cambió, y me fui adaptando a otra forma de impartir la asignatura de Educación Artística.
Estabamos demasiado acostumbrados a aquello que nos han estado inculcando durante toda la vida: que la asignatura de "plástica" sólo se puede trabajar en una lámina tamaño folio y con materiales comunes, a través de técnicas que únicamente aúnan la pintura y las manualidades. Esa es la idea de arte que nos habían metido en la cabeza (por lo menos en mi caso). Y en este semestre Pilar nos ha demostrado lo contrario. Nos ha enseñado que el arte va mucho más allá de pintar, y que hay muchas formas de llevarlo al aula. Es una vista totalmente diferente de la tradicional. En mi caso me ha motivado esta metodología, esta innovación. He podido conocer una concepción totalmente diferente de la materia.
Bueno, he de reconocer también que mi forma de trabajo respecto al blog ha sido un poco "excéntrica". Sí, porque en vez de ir trabajando directamente sobre el blog, lo iba haciendo sobre un procesador de texto (Word): guardaba todas las entradas en mi ordenador y publicaba varias en un mismo día. Lo he hecho así porque mi conexión a Internet es un poco patética, y me resultaba más cómodo publicarlas los días que iba bien la conexión (porque sino me podía eternizar). No obstante, creo que el resultado ha sido el mismo que si hubiese ido trabajando sobre el blog. Por otro lado, la forma que ha tenido Pilar de trabajar con nosotros me ha parecido muy buena, pues tenía todas las clases organizadas y preparadas a la perfección (o al menos esa es la sensación que yo he percibido), y ha sabido motivarnos para que entrásemos en un mundo distinto.
La forma de impartir la asignatura me ha parecido muy original (dejando al margen que no es la típica clase en la que tienes que estar sentado escuchando al profesor sin hacer nada) y eficaz (pues de todo lo que hemos hecho, hemos podido encontrar una aplicación didáctica que llevar al aula). Ha supuesto unas horas en las que podías desconectar y disfrutar vivamente de la materia, aprendiendo cosas que normalmente no se enseñan en ningún sitio (por ejemplo, en mi caso nunca antes me habían hablado del Reiki). Por otro lado, ha sido también un punto de reencuentro con el pasado individual (e incluso personal) de cada uno, con nuestra infancia, con el niño o niña que todos aún llevamos dentro, una segunda oportunidad para conocernos (o quizás, más bien, "reconocernos"). Y todo ello inmersos en un ambiente propicio, compuesto de ganas de hacer cosas, de diversión a la par que compromiso y responsabilidad, y de creatividad e imaginación.
En definitiva, creo que debemos agradecerle a Pilar que nos haya enseñado que el arte no es sólo cómo lo habíamos pensado.

1 comentario:

  1. Déborah tienes reflexiones muy sensibles e interesantes y te animo también a continuar por el camino del lenguaje visual y las imágenes culturales del entorno, como en tus fotografías sobre la crisis.

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