Esta actividad me pareció muy divertida e interesante. Los niños de hoy en día (a mi parecer) ya no saben lo que es jugar de verdad, ni lo que es fabricarse sus propios juguetes: viven inmersos en el mundo de los videojuegos. Y aunque esto tampoco es que esté mal, no se debe olvidar la esencia de la infancia: saber jugar a cosas sencillas y tradicionales, como son los recortables.
Recuerdo como de pequeñita podía pasarme horas y horas jugando con algo tan simple como era un "trozo" de papel con forma de muñeca, y que en aquel entonces me parecía todo un tesoro que guardaba cuidadosamente en una caja de zapatos.
Pero en aquellos tiempos no teníamos la posibilidad de que la muñeca fuesemos nosotros mismos. Es por ello que me ha sorprendido el resultado de esta práctica: verme a mi misma como un recortable con trajes que alguna vez soñe tener.
Esogí una foto mía de la playa para no tener problemas a la hora de vestirme. Está en blanco y negro porque (a parte de la crisis, que hace que vea el cartucho de tinta de color como un lujo prescindible) pretendía que destacasen los vestiditos más que mi cuerpo. Por otro lado, no encontré en revistas nada que realmente me agradase. Y como estaba inmersa en un proceso de reencuentro con mi infancia, decidí hacermelos yo misma. Así que escogí un vestido de los que se llevaban antes porque siempre he tenido ganas de disfrazarme de "época". Por mi afición a las motos y cuads (y puesto que no puedo tener uno de verdad), me hice un traje de motorista (¡casco obligatorio!). Y por último, ya que estaba con el bikini, necesitaba un vestido para pasear por el s.XXI, y decidí que fuese del color azul verdoso del mar. Me encanta verme en estas fotos, y me lo he pasado genial. Además, creo que he demostrado que para diseñadora no iba...
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